Australia

El koala (Phascolarctos cinereus) es una especie de marsupial diprotodonto de la familia Phascolarctidae, arborícola con hábitos de baja actividad, similares a los de un perezoso.

Características:
El koala alcanza una longitud de 76 cm; el cuerpo es robusto y está cubierto de pelo suave de color marrón grisáceo. La cabeza es grande respecto al cuerpo y redonda, y tiene unas orejas peludas, grandes y redondeadas.

La dentadura del koala está adaptada a su alimentación herbívora, y es similar a la de otros marsupiales diprotodontos (canguros y wombats). Tienen afilados incisivos al frente de su boca para cortar hojas.

Las extremidades posteriores son cortas, con pies grandes dotados de cinco dedos.

Las hembras que viven en estado salvaje suelen vivir unos 15 años. Los machos, sin embargo, viven una media de 10 años

El koala está adaptado a la vida arborícola, y se encuentra en los bosques de eucaliptos del este de Australia, que constituyen su único hábitat, así como su única fuente de alimento.

A pesar de estas adaptaciones generales, hay también excepciones. En la fértil Victoria (Australia), un macho adulto puede pesar hasta 14 kg, y una hembra hasta 11 kg. El peso medio de estos animales es más bajo: 12 kg en los machos y 8 kg en las hembras. Los koalas de la seca Queensland son generalmente más pequeños, con un peso medio en los machos de 8 kg, y en las hembras, de 6 kg.




Hábitat:
Las poblaciones de koalas sólo pueden extenderse si se encuentran en el hábitat adecuado. Este incluiría los árboles preferidos por los koalas (principalmente eucaliptos, pero también otros), que deben crecer asociados en cierto modo sobre un suelo adecuado, además de suficientes precipitaciones. Además, debe haber otros koalas viviendo en las proximidades.

Un hábitat con espacio limitado tiene, obviamente, una capacidad limitada. Esto quiere decir que muy pocos koalas pueden vivir en estas condiciones. Si una zona se reduce, se hace pedazos o se destruye en su totalidad, disminuye el número de koalas que viven allí. La capacidad de un hábitat depende de la consistencia de los árboles, la densidad del arbolado, las lluvias, el clima, el terreno, las formas del paisaje y el tamaño.

Modo de vida:

Los koalas viven en los árboles y realizan la mayoría de sus actividades de noche. No se encuentran cómodos en el suelo, donde caminan a gatas. Para ahorrar energía, duermen 20 horas al día, más que los perezosos, que duermen unas 18 horas diarias.

Sus depredadores naturales son los dingos, las lechuzas, las águilas, los varanos y las serpientes pitón. Las épocas de sequía y los incendios, también pueden resultar peligrosos para ellos.

Son muy exigentes a la hora de elegir sus alimentos: primero estiran un brazo y cogen con mucho esmero algunas de las hojas elegidas; luego las olisquean con cuidado antes de darles un bocado; y, por último, las mastican hasta hacerlas una papilla y se las tragan.

Los dientes del koala están adaptados para comer hojas de eucalipto. Estos animales recogen las hojas con los incisivos superiores e inferiores. El hueco entre los incisivos y las muelas permite que puedan mover las hojas de un lado para otro con la lengua sin morderse. Las muelas tienen una forma especial que hace que también puedan trocear la comida, en lugar de solo triturarla. De este modo, los dientes quitan la humedad a las hojas y destruyen la fibra de éstas, de modo que facilitan la digestión.

Comportamiento social
La población de los koalas posee un sistema de comunicación y organización complejo, que le garantiza la cohesión social. A pesar de que son solitarios (excepto en la fase de apareamiento), se organizan en poblaciones estables bajo una jerarquía social, en la que se establecen diferentes territorios y, dependiendo de la posición que ocupen, se comportan de una u otra manera. Si el orden se desestabiliza, influye en los grupos.

Territorio;
Cada koala establece su propio territorio, cuyo tamaño depende de diversos factores: sexo, edad, posición social, calidad y resistencia del terreno. En los bosques, tienen lugar las luchas por el territorio, especialmente durante el período de apareamiento.

Para sostener una población socialmente estable, el tamaño del territorio ha de garantizar suficientes árboles adecuados para proveer al koala de alimentos y protección. Los koalas pueden permanecer en su territorio durante toda la vida, excepto en los casos de catástrofes y alteraciones del hábitat. Así mismo, cambian a menudo de árboles dentro de su territorio para comer, buscar refugio o mantener el contacto social. Además, dejan marcas de olor para acotar su terreno.





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